México, 23 ene (PL) Carteles del crimen organizado están detrás del megarrobo a Pemex y son estos quienes exportan los combustibles a Estados Unidos, declaró hoy a la prensa el exdirector de esa empresa paraestatal Jesús Reyes Heroles.
En un estudio realizado el año pasado por la consultora EnergeA, que él dirige, Reyes Heroles asegura que diversos grupos delincuenciales, como los cárteles de Sinaloa, del Golfo, Los Zetas y el de Jalisco Nueva Generación, participan en el robo, almacenamiento, distribución y expendio al público del combustible que obtienen ilegalmente de Pemex.
El producto hurtado no sólo es vendido en México, pues se tienen indicios de que, en el caso del crudo, es exportado a Estados Unidos por el cártel Jalisco Nueva Generación, que lo enviaría a empresas refinadoras en Texas.
Asegura que en el tiempo que estuvo al frente de Pemex por nula tecnología, ignorancia y la falta de dinero creció el huachicoleo (nombre que la dan a la actividad de robo), y agregó que tampoco había suficiente inteligencia para combatir ese fenómeno delictivo.
Para erradicar las tomas clandestinas y el robo de hidrocarburos es necesario desmantelar las bandas del crimen organizado y encarcelar a quienes están detrás de este delito, aseguró al opinar que el Gobierno federal debe desmantelarlas y encarcelar a las «cabezas», para poder definir o proclamar una victoria sobre este problema.
«Lo más importante es una etapa que todavía no se da en el combate al robo de combustibles, que es identificar y poder arrestar y procesar a quienes están detrás de todas estas organizaciones; además se sabe que el crimen organizado está metido en el asunto», explicó.
El exdirector de Pemex reconoció que durante su gestión, entre 2006 y 2009, se registraron las primeras cifras de tomas clandestinas; sin embargo, admitió que la ignorancia sobre el tema, así como la falta de presupuesto y la tecnología adecuada generaron que no se pudiera erradicar el problema cuando éste apenas comenzaba a surgir.
«La intensidad, la gravedad del fenómeno ha aumentado de manera realmente abrupta y constante. Cuando estábamos en Pemex nos preocupábamos porque teníamos como unas 400 picaduras en el ducto en el año».
«Pedíamos presupuesto para eso, pero no nos lo daban, o sea nos daban poquito, unas gotitas ahí, claramente insuficiente para poder fortalecer todo este tema», detalló el funcionario federal en el sexenio de Ernesto Zedillo.